El coche eléctrico tiene muchas ventajas, pero también desventajas, lo positivo es que estas están disminuyendo con el tiempo.

 

1. El precio de adquisición

Hoy en día el vehículo eléctrico tiene un precio más alto que el de combustión, aunque con planes de ayudas como el Plan Moves podemos adquirir un SUV eléctrico como el ID.4 Pure por 26.600 euros, más económico que el Volkswagen Tiguan, que parte de los 31.164 euros y no cuenta con subvención estatal. El ID.4 está equipado con una batería de 52 kWh, que le permite tener una autonomía WLTP de 344 km.

 

Por otro lado también está el coste de las baterías, elemento esencial de los coches eléctricos, que están entre los responsables de que el precio de estos vehículos sea más alto que el de uno de combustión, pero si vemos la evolución del precio del kilovatio hora durante los últimos tiempos, hay motivos para pensar que pronto un coche eléctrico será asequible para todo el público. De los 1.100 dólares que costaba en 2010 se pasó a 156 en 2019. Se espera que en 2024 el importe sea de menos de 100 dólares.

 

volkswagen ID.4

 

2. La velocidad de carga

Depende del coche y el tipo de carga, pero un coche eléctrico requiere más tiempo para recargar su batería que uno de combustión llenando su depósito de combustible. Si recargamos nuestro coche con un cargador de carga semirrápida tardará entre 2 y 7 horas (según modelo), todo dependiendo del nivel de carga con el que comenzó su carga y la temperatura ambiente. Pero si lo hacemos con un cargador de rápida o ultrarápida requirirá de 15-40 minutos (según modelo), teniendo también en cuenta los factores anteriormente citados de nivel de carga con el que comenzó esta y la temperatura ambiente. Estos tiempos se están reduciendo con el desarrollo de la tecnología de los cargadores y del software de gestión de carga de los vehículos.

 

3. Disponibilidad de carga

Hoy en día, y desgraciadamente, la red de puntos de recarga es pequeña en España y existen territorios en los que es difícil recargar un coche eléctrico. Esta carencia retrasa y obstaculiza la implantación de la movilidad eléctrica, porque muchos conductores que quieren pasarse al eléctrico no lo hacen al tener la incertidumbre de dónde recargar si quiere circular con un coche eléctrico. En el cuarto trimestre de 2020, España aumentó su red de recarga pública hasta alcanzar los 8.545 puntos de recarga totales, una cifra todavía muy escasa.

 

Poco a poco esto está cambiando porque existen empresas como Mi Cargador de Coche que llevan años inmersos en la tarea de crear una extensa de red de recarga en garajes privados y comunitarios, centros comerciales, parkings públicos, etc., con el fin de facilitar que los conductores puedan circular tranquilos con la seguridad de que pueden conducir su coche eléctrico sin miedo a quedarse sin autonomía.

 

renault zoe

 

4. Autonomía limitada

Esta desventaja está muy relacionada con la anterior, ya que sin una buena red de carga la autonomía de un vehículo eléctrico se ve limitada si queremos recorrer trayectos de largo recorrido. Esto es lo que respecta a los puntos de recarga, pero si nos centramos en la autonomía misma de los vehículos eléctricos, cada vez más se lanzan modelos que cuentan con una autonomía muy amplia. Podemos usar ejemplos como el Tesla Model 3 Standard Range Plus (448 km de autonomía WLTP), el Opel Corsa-e (330 km), Volkswagen ID.3 Pro (420 km).