¿Qué diferentes coches eléctricos existen? ¿Y en qué se diferencian?

En general, son distinguidos según su grado de electrificación. Esto quiere decir que existen distintas versiones según el funcionamiento del motor, se encuentran desde hibridaciones eléctricas suaves de motores de combustión en las que el motor eléctrico no puede mover por sí mismo el coche hasta electrificaciones completas en las que nada más existe un motor eléctrico y una batería.

Los coches eléctricos tienen una serie de elementos comunes que los diferencian de los propulsados con motor de combustión interna. Cuentan con uno o varios motores de corriente alterna o continua asociado a un cargador que absorbe la electricidad desde la fuente de alimentación para poder cargar la batería. Dicha fuente de almacenaje suele ser de iones de litio y alimenta a todo el coche.

Los transformadores son los encargados de convertir la corriente alterna proveniente de la red en continua, para así poder ser acumulada en las baterías. Finalmente, los controladores comprueban el correcto funcionamiento desde el punto de vista de la eficiencia y la seguridad, además de regular la energía que recibe o recarga el motor.

 

Estos son los tipos de vehículos eléctricos que se encuentran en activo:

Eléctrico de batería o Batery Electric Vehicle (BEV)

Estos no llevan ningún motor de combustión interna, obtienen la energía, únicamente, de las baterías instaladas en el vehículo. Estas se recargan enchufándose a la red en un punto de carga. La mayoría de los modelos incorporan un sistema de recuperación de energía de la frenada y las deceleraciones. Mediante la electrónica de potencia del motor se convierte en un generador de corriente que introduce energía en la batería.
Gracias a esto, no se genera ningún tipo de emisión a la atmósfera durante su conducción. La única huella de contaminación podría producirse a la hora de generar la electricidad con la que se cargan sus baterías, pero de las cuales encontramos algunas alternativas ecológicas como la instalación de puntos de recarga alimentados por sistemas de energías renovables, como podría ser la utilización de placas solares para la producción de la energía del punto de recarga.
Una de las cuestiones más demandas en este campo de los vehículos eléctricos es su autonomía. Hoy en día contamos con vehículos que superan los 400 kilómetros de autonomía. A su vez, surgen dudas de qué cantidad de tiempo es necesario para recargar las baterías eléctricas, existiendo ya la posibilidad de hacerlo con cargadores rápidos y ultrarrápidos (que apenas necesitan unos minutos para cumplir su misión). En Mi Cargador de Coche trabajamos para que la red de puntos de carga sea lo más completa posible y se ajuste a las necesidades personales de cada cliente.
Un ejemplo de coche completamente eléctrico es el nuevo Volkswagen ID.4 1st 150 kW con 552 km de autonomía.

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Eléctrico de pila de hidrógeno (FCEV)

La diferencia entre este tipo de vehículos es el funcionamiento de su generador en el motor, la energía no proviene de una batería sino de una reacción química que se produce en el interior de su pila de combustible, alimentada por hidrógeno: este se oxida perdiendo electrones que se capturan para generar una corriente eléctrica que mueve el motor eléctrico. Esta pila no puede ser conectada a la red, ya que se trata de una energía instantánea.
Es posible en algunos de estos vehículos que lleve una batería que almacene la energía producida en la pila, pero esta batería es de un tamaño mucho menos que las de un coche eléctrico de batería recargable.
El Hyundai Nexo es un vehículo eléctrico con pila de combustible de hidrógeno.

Eléctrico de autonomía extendida o Extended Range Electric Vehicle (EREV)

Este tipo de vehículos pueden poseer un motor de combustión de gasolina y otro o varios eléctricos. Esto lo que provoca es que el motor de combustión funciona como un generador eléctrico que recarga una batería la que, a su vez, alimenta el motor eléctrico que es el encargado de mover las ruedas (la tracción de este tipo de coches es completamente eléctrica). En los coches eléctricos de autonomía extendida, el motor de combustión se activa sin que el conductor se entere o lo indique. Además, esta batería tiene la posibilidad de conectarse a la red para ser recargada.
Cuando la batería tiene suficiente carga el motor de gasolina se encuentra parado y el vehículo se mueve sin emisiones. Cuando la batería requiere energía se pone en marcha el motor de combustión para recargarla y mover el motor eléctrico. Son vehículos tecnológicamente complejos por lo que los modelos en el mercado que la utilizan este sistema son escasos. Su autonomía eléctrica, la disponible antes de que tenga que arrancar el motor de combustión, suele ser mayor que la de los híbridos enchufables, puesto que su batería es mayor, pero menor que la de los eléctricos puros.
El BMW i3 sería un caso de vehículo eléctrico con autonomía extendida.

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Coche híbrido enchufable o Plug-in Hybrid Electric Vehicle (PHEV)

que el coche circule o que recargue la batería. La batería puede recargarse también en la red eléctrica. Debido a esa dualidad de funcionamiento en el motor, estos vehículos cuentan con una batería muy pequeña lo que provoca que su autonomía no pueda ser muy superior a unos 50 kilómetros en recorridos urbanos.
Habitualmente, el conductor puede seleccionar el modo de funcionamiento para obligar a que el coche se mueva únicamente con el motor eléctrico, con el de combustión o combinando los dos, en modo automático, en función de los requerimientos del terreno y de la velocidad.